Dato no siempre mata relato. Los medios masivos priorizan las creencias personales, que ellos mismos moldean, por encima de los hechos. Los medios ahora no solo malinforman, sino que desinforman.
Vivimos en tiempos de la posverdad. Dato no siempre mata relato. Los medios masivos priorizan las creencias personales, que ellos mismos moldean, por encima de los hechos. Los medios ahora no solo malinforman, sino que desinforman. Saben que cuando las personas se apegan a sus creencias, resisten información que las retan. Elon Musk lo dijo bien:
Los medios tradicionales se dedican a la sincronización masiva de emociones con fines políticos. Son un brazo de facto del Comité Nacional Demócrata.
Malinformar se da cuando se transmite información incorrecta por error. Desinformar es cuando se pasa información incorrecta con el propósito de engañar para que las personas duden o desconozcan la realidad (Liberties). La desinformación se relaciona con el término gaslighting, una forma de manipulación para hacer que las personas duden de su propio criterio.
No sorprende que Gallup reporte que la confianza en los medios se ha desplomado desde que abandonaron los principios de la objetividad, neutralidad e imparcialidad en sus reportajes.
Fue la entrada de Donald Trump y su discurso antielitista en el escenario político de EE. UU. que quebró el cerebro colectivo de los periodistas. A los periodistas les gusta plantear que le “hablan la verdad al poder”, cuando en realidad hablan por el poder cuando los Demócratas lo controlan. Luego, surgió el término síndrome de trastorno de Trump para referirse a periodistas que no podían comunicarse razonablemente sobre asuntos de Trump.
Jorge Ramos de Univisión declaró que los periodistas tenían la tarea de denunciar el “peligro” que representaba Trump. Jim Acosta de CNN se hizo famoso por armar escándalos en las conferencias de prensa de Trump. Rachel Maddow de MSNBC ha declarado que Trump representa una amenaza para todos los americanos. Joy Ann Reid, también de MSNBC, dijo que la época de Trump era el peor momento para los seres humanos. Asimismo, Joe Scarborough de MSNBC ha afirmado que Trump tiene planeado ejecutar a sus opositores políticos. Estos son solo unos ejemplos de periodistas incapaces de cumplir con lo que fueron los estándares básicos del periodismo.
Es tiempo de que los medios regresen a los estándares profesionales de objetividad, neutralidad e imparcialidad, con integridad y transparencia.
La desinformación de los medios tiene impactos reales, por eso lo hacen. Trump sufrió un atentado de asesinato y Google modificó su algoritmo para que su buscador no diera ninguna sugerencia de información sobre ese hecho. Facebook censuró la foto de Trump levantando su puño desafiantemente durante el atentado, después que un editor de un medio masivo dijera que la foto publicada en tiempo real era publicidad gratis para Trump. En CNN, se criticó a Trump por gritar “lucha, lucha, lucha”, segundos después de que sufrió el atentado. La desinformación de los medios es la razón por la que un tercio de los seguidores del presidente Biden creen que Trump fabricó el atentado, según Newsweek.
Los medios fueron cómplices en una conspiración masiva para ocultar el estado mental y físico de Biden, hasta el 27 de junio, cuando Biden tuvo su debate con Trump. Su desempeño fue tan obviamente preocupante que hasta CNN lo clasificó como una debacle. Después del debate, Associated Press publicó un artículo con el titular que decía Biden era “a menudo agudo y concentrado, pero a veces confuso y olvidadizo”. El 8 de julio Biden todavía declaraba que seguía en la campaña (NY Times).
No obstante, los mismos medios cuyos reporteros admitieron a CNN que no informaron la verdad de la fragilidad de Biden, rápido cambiaron su estrategia política y lanzaron una campaña agresiva para forzarlo a retirarse. El principal comentarista de MSNBC, Joe Scarborough, quien había dicho que Biden estaba “mejor que nunca”, paró apoyando el esfuerzo para retirar a Biden como el candidato presidencial Demócrata (Yahoo). Finalmente, el 21 de julio alguien publicó en la cuenta de X de Biden una carta suya anunciando que él se retiraba como candidato.
Hasta el debate, los medios masivos se habían dedicado a “desmentir” reportes cuestionando la condición de Biden (RepúblicaGT, CNN). Decían que los videos publicados en redes sociales en donde Biden aparecía confundido eran cheap fakes (falsificaciones baratas). A su vez, la Casa Blanca usó las “noticias” que había colocado con los medios masivos para defender a Biden (MSN), sabiendo que los medios avanzarían la propaganda del poder.
Tan solo el día anterior, Kamala Harris había publicado en X:
Veo a @JoeBiden cuándo las cámaras están encendidas y cuándo están apagadas: en la Oficina Oval, en la Sala de Situación y durante la campaña electoral. Joe Biden es un líder que lucha por el pueblo.
Rápido cambian las narrativas y los hechos cuando los medios reciben sus notas discursivas del poder con el que se alinean. Es tiempo de que los medios regresen a los estándares profesionales de objetividad, neutralidad e imparcialidad, con integridad y transparencia.
La opinión de este artículo es ajena a Noticiero El Vigilante
