La situación en Puerto Quetzal ha llegado a un punto crítico, con más de 10,792 contenedores varados debido a la falta de grúas, largas colas de buques y escasez de inversión en infraestructura.
La crisis se agrava en plena temporada alta, cuando se espera la llegada de productos navideños, y amenaza con provocar un éxodo de navieras hacia otros países.
La presidenta del Cacif, Carmen María Torrebiarte, subraya que las terribles condiciones de infraestructura, junto con las restricciones de transporte pesado y la escasez de pilotos, han colapsado el sistema logístico.
A esto se suma la saturación en Puerto Santo Tomás de Castilla, donde los contenedores han invadido incluso pasillos y áreas comunes. La Intendencia de Aduanas advierte que si los importadores no retiran sus mercancías en un plazo de 20 días, los contenedores podrían ser declarados en abandono y subastados por la SAT.
La situación afecta gravemente a la economía nacional, ya que retrasa la llegada de productos esenciales, lo que impacta los costos y genera incertidumbre entre inversores.
El colapso de los puertos en Guatemala representa un desafío logístico sin precedentes, con serias repercusiones económicas. Las soluciones pasan por una urgente inversión en infraestructura, modernización portuaria y la mejora en la cadena de transporte para evitar un colapso mayor.