El régimen primario se aplicaría a quienes se dediquen a actividades de agricultura y artesanías, que vendan sus productos en supermercados, centros de acopio, y mercados cantonales y municipales.
En su sesión plenaria de este martes 20 de agosto, los diputados retomaron la propuesta que plantea crear el impuesto a la confianza tributaria.
Registrado con la nomenclatura 6351, el proyecto establece la creación de dos regímenes especiales de tributación simplificada.
Para quedar inscritos en este mecanismo de tributación, su monto de ventas brutas no tendría que exceder los 3,500 salarios mínimos en todo el año.
A ellos les correspondería pagar un impuesto equivalente al 1.5 % del importe de sus ventas brutas con carácter de pago definitivo. Entretanto, los exportadores de los artículos mencionados pagarían el 2 %.
Un segundo régimen sería el pecuario y se destinaría a personas individuales o jurídicas dedicadas a la producción y comercialización de productos de los sectores pecuario, hidrobiológico y apícola.
En este se registraría a quienes se dedican a actividades de crianza, engorde, desarrollo, producción, faenado, sacrificio, transformación e intermediación de tales productos y cuyo destino sea su venta en supermercados, mercados cantonales, municipales y centros de acopio.
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) opinó que la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca del Congreso se apresuró en su estudio.
Ya que dañara a los pequeños emprendedores que carecen de una logística de gran escala. Como es la venta de Artesanías, frutas y verduras, pescado y pequeños criadores de animales de granja.
