El Partido Socialdemócrata (SPD) ha obtenido el peor resultado desde 1980 y ha caído por primera vez al tercer puesto con poco más de 16 % de los votos, un resultado calificado de “amargo” por el canciller saliente Olaf Scholz

Berlín, 23 feb (EFE).- Los resultados preliminares de las elecciones legislativas alemanas de este domingo apuntan a un giro a la derecha, a pesar de que la Cámara baja estará muy fragmentada, dificultando la formación de un gobierno estable en un momento de gran incertidumbre nacional, que ha llevado a la mayor participación desde 1990, y en un contexto internacional marcado por la guerra en Ucrania y las tensiones con Estados Unidos.
Giro a la derecha

El ganador bloque conservador se queda muy lejos de la mayoría absoluta con menos de 30 % de los votos y obtiene su segundo peor resultado de la historia por detrás de 2021, pero coloca como favorito a la Cancillería a Friedrich Merz, antiguo rival de la excanciller Angela Merkel y representante del ala más derechista de la Unión Cristianodemócrata (CDU
ncluso, si no entra a formar parte del Gobierno, una derecha líder de la oposición parlamentaria puede actuar a modo de quinta columna de los intereses del magnate tecnológico Elon Musk, que le ha brindado su apoyo durante la campaña, y es favorecida también por el propio presidente estadounidense, Donald Trump, que calificó la jornada de hoy de “gran día” para Alemania.
El Kremlin tampoco ha ocultado nunca su favoritismo por AfD, partidaria de normalizar las relaciones con Rusia y reanudar las importaciones de gas ruso a través del gaseoducto Nord Stream, así como de poner fin al apoyo militar a Ucrania.
El adiós de Scholz

El Partido Socialdemócrata (SPD) ha obtenido el peor resultado desde 1980 y ha caído por primera vez al tercer puesto con poco más de 16 % de los votos, un resultado calificado de “amargo” por Scholz, que hasta el último momento había expresado la esperanza de una remontada.
El canciller saliente ya ha adelantado que personalmente no formará parte del próximo gobierno y que también cederá el liderazgo de su partido para las negociaciones, probablemente al muy popular Boris Pistorius, el actual ministro de Defensa.
Más allá de las fronteras, una Alemania sin gobierno durante meses también impactaría la política exterior europea, en un momento en el que los líderes comunitarios resaltan la necesidad de una acción decidida y unitaria para dar un paso al frente en respuesta al giro de la política estadounidense con respecto a Ucrania y a las amenazas arancelarias de Trump.