La creciente influencia de China en América Latina ha generado tensiones geopolíticas significativas, especialmente en países estratégicos como Panamá. Según el portal VarelaLeaks.com, el exgobernante panameño Juan Carlos Varela recibió $143 millones del gobierno de la República Popular China para que Panamá rompiera relaciones diplomáticas con Taiwán, una acción que ha despertado preocupación en Estados Unidos debido al rol clave del Canal de Panamá en el comercio global y la seguridad nacional estadounidense.
Este escenario plantea la pregunta: ¿Tiene Estados Unidos una base legal para intervenir en Panamá bajo el Tratado de Neutralidad del Canal y las enmiendas que lo complementan?
En el contexto de la supuesta injerencia china en Panamá, la Enmienda DeConcini establece una base legal clara para que Estados Unidos actúe unilateralmente si considera que la neutralidad o la seguridad del Canal de Panamá está en peligro.
Aunque la Enmienda de Church reafirma el principio de no intervención y respeto a la soberanía panameña, no limita el alcance de la primera, sino que la complementa al justificar acciones militares para proteger el canal.
Este equilibrio legal refleja la sensibilidad del Canal de Panamá como un activo estratégico global. De concretarse una intervención, se abriría un debate internacional sobre los límites del poder estadounidense y el respeto a la soberanía de Panamá en un mundo cada vez más multipolar.