En redes sociales, blogs de bienestar y consejos caseros de belleza circula una afirmación llamativa: beber jugo de zanahoria de forma regular podría aportar un tono dorado a la piel, similar al del bronceado solar.

Esta idea ha resurgido como una opción “natural” frente a la exposición a los rayos UV o al uso de autobronceadores químicos. Pero, ¿qué tan cierto es este efecto y qué dice la ciencia al respecto? El jugo de zanahoria puede modificar el tono de la piel, aunque no en el sentido tradicional del bronceado solar.

La creencia de que consumir jugo de zanahoria provoca un bronceado natural ha ganado popularidad entre quienes buscan alternativas al sol o productos autobronceadores. De acuerdo con Women’s Health, esta idea se ha transmitido por generaciones, probablemente influenciada por la asociación visual entre el color del vegetal y el posible efecto en la piel. A pesar de su base científica parcial, el concepto suele generar expectativas poco realistas.
Una investigación publicada en la revista Evolution and Human Behavior comprobó que una dieta rica en frutas y vegetales con alto contenido de carotenoides, como la zanahoria, puede alterar ligeramente el color de la piel. En el estudio, los participantes que consumieron jugos con betacaroteno desarrollaron una pigmentación más cálida, evaluada como saludable y atractiva por observadores externos.

Para mantener el hábito sin caer en la monotonía, se puede combinar con jugo de naranja, manzana o jengibre. Esta mezcla no solo enriquece el sabor, sino que amplía el perfil nutricional de la bebida.
Los autores concluyeron que “los carotenoides confieren un tinte dorado a la piel que es percibido como saludable y atractivo, y que este efecto es independiente del bronceado inducido por el sol”.