En los últimos años, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE) incrementó su participación en proyectos estratégicos de infraestructura en América Latina. Dos casos ejemplares de esta cooperación son Guatemala y Panamá, países donde la asistencia técnica y la transferencia de conocimiento del USACE han empezado a jugar un papel determinante en la infraestructura. Aunque cada país enfrenta retos distintos, en ambos escenarios el común denominador es el creciente rol estratégico de los Estados Unidos en el fortalecimiento de capacidades regionales.

En mayo de 2025, el gobierno de Guatemala firmó un convenio histórico con el USACE para dar inicio al proceso de modernización de Puerto Quetzal, el principal puerto del país en el litoral del Pacífico. Este proyecto contempla una inversión total que podría superar los USD 600 millones, convirtiéndose en uno de los mayores programas de infraestructura portuaria en la historia de Guatemala.

El convenio incluye la asistencia técnica especializada del USACE en el diseño, planificación y ejecución de las obras, así como la adopción de estándares internacionales de eficiencia portuaria. El primer desembolso confirmado asciende a USD 63.8 millones, que será utilizado para estudios preliminares, obras iniciales de dragado y modernización de patios de carga, mientras se avanzan los procesos de financiamiento multilateral y privado para completar las siguientes fases del proyecto.

La modernización de Puerto Quetzal es vista por el sector privado como una pieza clave para mejorar la competitividad del país, facilitar el comercio exterior, atraer inversión extranjera directa y ampliar su capacidad logística en un contexto de reconfiguración de cadenas de suministro. Además, este proyecto tiene el potencial de integrar el futuro sistema ferroviario guatemalteco, actualmente en etapa de planificación, conectando el puerto directamente con el interior del país y la frontera sur de México.
En el plano político, el acuerdo con el USACE también es percibido como un fortalecimiento de la alianza estratégica entre Guatemala y Estados Unidos en materia de cooperación en seguridad, dentro del marco más amplio de los intereses estadounidenses.
A diferencia de Guatemala, Panamá mantiene una relación histórica de más de un siglo con el Cuerpo de Ingenieros estadounidense, desde la propia construcción del Canal de Panamá entre 1904 y 1914.
Estos acuerdos evidencian el interés geopolítico creciente de Washington por contrarrestar la influencia de otros actores extrarregionales, como China, que en los últimos años también ha mostrado interés en proyectos logísticos estratégicos en Centroamérica.
Esa colaboración se ha mantenido vigente, evolucionando en los últimos años hacia nuevos desafíos operativos.
En 2021, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) firmó un contrato de asistencia técnica con el USACE para diseñar un sistema integral de administración del agua, con el objetivo de enfrentar las crecientes limitaciones de agua dulce que afectan al canal debido a la variabilidad climática y el incremento de la demanda municipal e industrial. La inversión asociada a este contrato ha sido estimada inicialmente en más de USD 65 millones, aunque los proyectos de infraestructura vinculados, como nuevos reservorios y sistemas de manejo hídrico, podrían alcanzar costos mucho mayores en los próximos años.
Además de la asistencia hídrica, el USACE finalizó recientemente la renovación del Muelle 3 del Puerto de Balboa, infraestructura clave para las operaciones de mantenimiento y seguridad marítima del canal, así como para el Servicio Nacional Aeronaval de Panamá (SENAN). Esta obra, realizada con el respaldo logístico del Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM), tuvo un costo superior a los USD 5 millones, y forma parte de un paquete más amplio de modernización de infraestructuras logísticas estratégicas en la región.
El desafío para Panamá es particularmente crítico, ya que las recientes sequías en 2023 y 2024 obligaron al Canal a restringir severamente el tránsito de buques, reduciendo tanto el número como el tamaño de las embarcaciones autorizadas. Esta situación puso en evidencia los riesgos económicos globales asociados a la vulnerabilidad hídrica del canal, por donde transita aproximadamente el 5 % del comercio marítimo mundial.

Aunque los proyectos en Guatemala y Panamá tienen naturalezas distintas, puerto comercial multipropósito en un caso; vía interoceánica crítica en el otro, estos acuerdos evidencian el interés geopolítico creciente de Washington por contrarrestar la influencia de otros actores extrarregionales, como China, que en los últimos años también ha mostrado interés en proyectos logísticos estratégicos en Centroamérica.
En definitiva, tanto Guatemala como Panamá hoy avanzan, cada uno desde su realidad, pero ambos bajo una ecuación cada vez más geopolítica.

Ph.Dc in Social Research, Master in High Strategic Studies, Master in reengineering, Immigration Specialist, Rotary Member, philanthropist, women empowerment, good cause supporter.