En medio de la situación actual, en la que observamos una cantidad insólita de iniciativas de ley en el Congreso de la República de Guatemala que atentan contra la integridad de la familia, es necesario que los diputados tomen conciencia y retomen los valores tradicionales sobre los que se basó la Constitución de la República. No solo deben votar en contra de dichas iniciativas, sino también presentar propuestas que protejan a la familia, convirtiéndolas en ley y asegurando su cumplimiento.
