Donald Trump hizo de los niños migrantes desaparecidos un tema importante en su campaña. El nuevo jefe de la frontera, Tom Homan, también ha hecho de su búsqueda una prioridad máxima. Actuar en función de este imperativo moral conducirá a exponer la operación de tráfico de niños migrantes del régimen de Joe Biden y reducirá la capacidad del establishment para meternos en guerras evitables.
El ex agente de la Patrulla Fronteriza J.J. Carrell, que sirvió durante 24 años, ha documentado una amplia gama de casos de traición y criminalidad del Estado profundo: “El gobierno federal de los Estados Unidos es la organización de tráfico sexual infantil más grande del mundo en la historia moderna… Biden, Harris y Mayorkas utilizaron la inmigración ilegal de manera intencional, estratégica y deliberada como arma y la utilizaron como herramienta para transformar fundamentalmente a Estados Unidos… [Ellos] han cometido el delito de traición contra los Estados Unidos de América”.
La consultora en materia de trata de personas Alicia Hopper identificó una serie de crímenes horrendos específicos contra los niños: “La sustracción de órganos prospera debido a la desesperada demanda de los compradores”. Un traficante convicto le contó a Hopper sobre “la extracción de tres hígados [que] a menudo se venden a compradores estadounidenses”. Otro traficante le contó a un colega de Hopper “sobre un niño de 12 años cuyo ojo fue extraído en México por $15,000”.
La denunciante de Salud y Servicios Humanos (HHS) Tara Rodas fue despedida por hablar con el Departamento de Justicia y los inspectores generales del HHS. Detalló cómo el HHS había entregado dos menores a miembros de la pandilla MS-13. Sin embargo, los superiores de Rodas en el HHS la llevaron a caminar delante de otros empleados para mostrar lo que les sucede a quienes dicen la verdad. Publicidad Rodas dijo a Hill TV en julio que “el gobierno de los Estados Unidos ha utilizado miles de millones de dólares de los contribuyentes para poner a los niños en lo que es la esclavitud moderna”.
En 2023, testificó ante el Congreso que “los niños están siendo objeto de trata a través de una red sofisticada que comienza con el reclutamiento en [su] país de origen, el contrabando hasta la frontera de Estados Unidos y termina cuando [el Departamento de Salud y Servicios Humanos] entrega un niño a un patrocinador”. Un informe del Inspector General de Seguridad Nacional del 19 de agosto de 2024 dice que 320.000 niños migrantes que cruzaron la frontera sin sus padres están desaparecidos. Corren el riesgo de ser víctimas de trata sexual, trabajo forzado y otras formas de explotación.
LAS OPINIONES DEL PERIODISTA SON AJENOS AL PENSAMIENTO DE NOTICIERO EL VIGILANTE