Los mayas, una de las civilizaciones más avanzadas de la antigua Mesoamérica, se destacaron por sus impresionantes logros en arquitectura, astronomía y matemáticas. Su sociedad floreció desde aproximadamente el 2600 antes de nuestra era hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI.
Un reciente hallazgo arqueológico en el sitio precolombino de El Baúl, en las tierras bajas del Pacífico de Guatemala, ha revelado una prueba física inédita del uso de tabaco líquido por los mayas. Se encontraron jarrones rituales con residuos de nicotina, lo que sorprendió a los investigadores, quienes esperaban rastros de cacao.
Este descubrimiento no solo altera el conocimiento previo sobre el consumo de tabaco en la cultura maya, sino que también sugiere que el tabaco líquido, altamente tóxico, fue empleado en contextos ceremoniales, probablemente para inducir trances y minimizar el dolor en sacrificios humanos.
El descubrimiento en El Baúl sugiere que los mayas no solo fumaban tabaco, como era comúnmente conocido, sino que también lo ingerían en forma líquida durante rituales. Al hallar residuos de nicotina en los jarrones encontrados, los investigadores concluyeron que el consumo era mediante infusión.