Si bien los demócratas niegan usar a los migrantes como votantes en estados claves, resulta sospechosa la insistencia por regularizarlos proveniente de organizaciones progresistas financiadas por el precursor de planes globalistas
¿Habrá algún acontecimiento dentro de la política de Estado Unidos donde la billetera de George Soros, el multimillonario precursor de planes globalistas, no participe? Una nueva investigación arroja la respuesta con relación a una red de organizaciones de izquierda que dicen impulsar “derechos de los inmigrantes y refugiados del país” cuando, en realidad, estarían buscando activarlos como bloques de votantes en estados clave para definir el resultado de las próximas elecciones presidenciales.
En ese grupo figura la Asociación Nacional para Nuevos Estadounidenses (National Partnership for New Americans) que recibió 560.000 dólares de la Open Society Foundations de George Soros entre 2016 y 2021, según el registro que hace la organización del multimillonario en su página web. Es ahí donde comienzan las conexiones con las votaciones donde el expresidente republicano Donald Trump se medirá frente a Kamala Harris, la abanderada demócrata, el 5 de noviembre.
No es casualidad que esta asociación, descrita a sí misma como “una red nacional multiétnica y multirracial de 60 de las principales organizaciones de derechos de los inmigrantes y refugiados del país”, haya celebrado hace dos años la naturalización de nuevos votantes como parte de la “nueva mayoría estadounidense”, que para ellos integran “todas las personas de color, las mujeres solteras y los jóvenes estadounidenses con derecho a voto”. Es por eso que el portal Daily Wire pone certeramente la lupa sobre este tipo de iniciativas impulsadas por los millones de Soros, un entusiasta de aplicar continuos boicots contra Trump para evitar que resulte electo nuevamente como presidente.
Migración como herramienta política
Los latinos representarán el 14,7 % de todos los votantes en noviembre, según estimaciones que hizo en enero el Pew Research Center. Ahí se bifurca el asunto. Dentro de ese porcentaje hay sectores preocupados, debido al continuo aumento de precios, sumado a la migración ilegal que afecta su imagen y que conlleva inseguridad por grupos criminales que están pisando EE. UU.
Es decir, entre los latinos hay descontento hacia la Administración Biden-Harris, pero hay otro sector que sirve a los intereses de quienes mueven fichas de la política estadounidenses para conseguir votos: los indocumentados, quienes en ocasiones no respetan las normas del país que los recibe.
Si bien los demócratas niegan usar a los migrantes en estados claves, debido a la estrecha diferencia que reportan las encuestas entre Trump y Harris, el portal estadounidense recuerda que los esfuerzos del grupo financiado por Soros, indica que la izquierda “sí ve la inmigración como una herramienta política”, al buscar que el mayor número posible de inmigrantes “se inscriban en las listas electorales como una forma de ‘influir’ en las elecciones”.
Quieren “ganar las elecciones para siempre”
La organización progresista sigue de cerca el poder que tienen los nuevos electores. En 2020 publicó un informe donde mencionan cómo “los nuevos votantes estadounidenses forman bloques electorales críticos que pueden tener el poder de influir en los resultados electorales nacionales”. Ese año recibieron 150.000 dólares de Open Society Foundations.
También figura el Centro de Recursos Legales para Inmigrantes, una organización que recibió casi siete millones de dólares de Soros entre 2016 y 2022. Contrario a lo que pueda creerse sobre ocultar estas donaciones, cualquier puede acceder a la información en el sitio web de Open Society.
Sobran las denuncias respecto a la posibilidad de que migrantes influyan en las elecciones por medio de estados clave como Michigan, Wisconsin y Arizona. Por ejemplo, el senador Ted Cruz ha mencionado que Kamala Harris buscaría abrir las fronteras aún más, para que su partido “gane todas las elecciones para siempre”. Aunque no hay certeza de su aseveración, es una alerta que se enciende antes de unas votaciones decisivas, con muchos interesados en el medio, incluyendo a Soros.
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