El Yin Yoga es un estilo de yoga que viene del Hatha Yoga, en el que las asanas (posturas en yoga), se sostienen de forma relajada entre 2 y 5 minutos. El hecho de mantenernos ese tiempo en cada postura, nos permite profundizar en la asana ayudando a que nuestra mente se calme a la vez que estimulamos el Chi o Qi, que es la energía vital en la medicina china (similar a lo que para el ayurveda es prana), hasta poder llegar a un nivel profundo de relajación. Un estado que nos ayuda a tener el cuerpo y la mente preparados para entrar en la meditación.
En Yin no activamos los músculos cuando mantenemos las asanas. Se trata de una práctica que pone el enfoque en relajar y estirar. Esto estimula y rejuvenece los tejidos más profundos, los tejidos conectivos: fascias, ligamentos, tendones, articulaciones y el líquido sinovial; así como los canales de energía o meridianos que recorren estos tejidos.
Como otras prácticas de yoga, el yin yoga nos ayuda a estar mejor a nivel físico, mental y emocional. La práctica de Yin, al ser pasiva, nos ayuda a compensar otros estilos de yoga más yang (más activos) como Hatha o Vinyasa Yoga. Pero también ayuda a equilibrar nuestros estilos de vida occidentales con exceso de actividad (yang).
El Yin Yoga fue creado por Paulie Zink, un campeón de artes marciales y profesor de yoga taoísta, a finales de 1970. Creó unas clases de yoga ‘Yin y Yang’, en las que combinaba asanas y disciplinas de Hatha Yoga, Taoist Yoga y otras disciplinas que él mismo desarrolló. Este estilo es el que se dio a conocer como ‘Yin Yoga’.
Paul Grilley, discípulo de Zink, perfiló un poco esta práctica, utilizando su conocimiento de anatomía y medicina china. Una estudiante de Grilley, Sarah Powers, hizo evolucionar el Yin Yoga aún más al aplicar su conocimiento sobre los sistemas de meridianos y creando secuencias de Yin Yoga más enfocadas en la respiración profunda y el estímulo de los canales energéticos.
En el Yin Yoga original creado por Zink, se ofrecía un equilibrio entre una parte más activa y otra más pasiva de la práctica, combinando nuestro Yin y Yang. En cambio, Grilley y Powers desarrollaron este estilo de yoga dando más importancia a la parte pasiva donde la mayoría de posturas son sentadas o acostadas y se sostienen un largo tiempo. Este es el Yin Yoga que más se conoce y se practica hoy en día.