La clave de este entramado de famosos que son manipulados desde Rusia está en Tenet, una agencia de influencers políticos con un canal propio de Youtube
Usar influencers estadounidenses para engañar a los votantes es la estrategia de Rusia para generar caos antes de las elecciones presidenciales de noviembre. Con el tiempo, va aumentando la cantidad de famosos reclutados de forma encubierta para que estos, sin saberlo, concreten los planes trazados desde Moscú, según revelaciones de funcionarios y documentos judiciales.
Se trata de “una de las tácticas preferidas de Rusia en este ciclo para hacer que sus operaciones psicológicas en el extranjero parezcan más auténticas”, explican a la agencia Reuters. El foco de dichas operaciones está en molestar al electorado, resaltar las divisiones sociales y en resumen, polarizar preferencias políticas. De hecho, uno de los involucrados es Benny Johnson, comentarista conservador con más de seis millones de suscriptores en Youtube y quien sin saberlo, fue víctima de este esquema ruso.
Todo esto demuestra una vez más cómo el gobierno de Vladímir Putin y su aparato de inteligencia no tienen límites cuando se trata de influir en la política estadounidense, pero también pone otra vez sobre el tapete el largo expediente que tiene Estados Unidos como blanco de campañas similares provenientes de otros países como Irán y China. Lo particular es que este año las tensiones son mayores porque entre el candidato republicano Donald Trump y la abanderada demócrata Kamala Harris, hay un evidente empate técnico en intención de voto, de acuerdo con encuestas.
El papel de Tenet Media
La clave de este entramado de famosos manipulados desde Rusia está en Tenet, una agencia de influencers políticos con un canal propio de Youtube que la propia plataforma cerró hace pocas horas por la nueva acusación judicial al difundir “propaganda y desinformación”. A esta empresa están ligadas dos nombres: Lauren Chen y Liam Donovan.
A estos dos propietarios de empresas de medios de comunicación Rusia les habría enviado “alrededor de 10 millones de dólares” y aunque los documentos oficiales no indican el nombre, Reuters luego identificó que se trata de Tenet Media. Ambas personas “pagaron a influencers conservadores estadounidenses para que crearan videos y publicaciones en las redes sociales”.
Benny Johnson no fue el único, los fundadores de Tenet también “ordenaron a un comentarista anónimo que hiciera declaraciones falsas en línea a sus espectadores de que era Ucrania y no ISIS el responsable de un ataque terrorista mortal en Moscú en abril”. Entonces, con esta estrategia el Kremlin demuestra hasta dónde es capaz de llegar para persuadir en la psiquis de los votantes a un mes de las presidenciales.
Más de 60 sitios web en manos rusas
Un comunicado de hace apenas cinco días del Departamento de Estado de Estados Unidos también reveló medidas contra personas que utilicen medios de comunicación apoyados desde Rusia, con “actividades de influencia encubiertas que tengan como objetivo las elecciones estadounidenses de 2024”.
Rossiya Segodnya y las filiales RIA Novosti, RT, TV-Novosti, Ruptly y Sputnik —controladas por Rusia— deberán notificar al Departamento de Estado sobre todo el personal que trabaja en los Estados Unidos. El círculo se completa con el precedente de que para marzo de este año, las agencias de marketing Social Design Agency (SDA) y a la empresa Group Structura LLC (Structura), recibieron sanciones por manejar una red de más de 60 sitios web “que se hacían pasar por organizaciones de noticias genuinas en Europa y luego utilizaban cuentas falsas en las redes sociales para amplificar el contenido engañoso de los sitios web falsificados”.
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