En solo dos años, Puerto Quetzal ha pasado del puesto 110 al 247 en el ranking de eficiencia portuaria en América Latina, convirtiéndose en uno de los puertos más lentos y costosos de la región. Las esperas de 25 a 30 días para que los furgones descarguen mercancías y una cola constante de más de 30 barcos esperando atracar han encarecido el flete entre US$20 y US$30 por tonelada diaria.
Las causas: falta de dragado, solo una grúa operativa y trámites aduaneros engorrosos.
A pesar de las alertas, el gobierno de Bernardo Arévalo no ha tomado medidas para resolver la crisis, lo que ha afectado gravemente la importación y exportación de productos.
Con más de 1.2 millones de toneladas importadas en 2024, el cuello de botella en Puerto Quetzal representa una pérdida de competitividad y altos costos para la economía nacional, respecto a los demás países de Latinoameríca