Aunque la cremallera tal y como la conocemos fue creada en 1917, el japonés Tadao Yoshida la mejoró exponencialmente.

En 1934 fundó la empresa Yoshida Kogyo Kabushikikaisha lo que en español se podrían traducir como “Yoshida Sociedad Limitada”, enfocada en fabricar cierres de ropa como botones, hebillas y otros accesorios textiles.

Lo que pocos imaginaban en aquel momento es que su visión revolucionaría la industria de las cremalleras para siempre y que su influencia llegaría hasta nuestros días.

Su modelo de negocio, basado en el control absoluto de la producción, lo ha convertido actualmente en el mayor fabricante de cremalleras a nivel mundial. Cada año fabrica hasta siete mil millones de unidades, todas ellas, por supuesto, serigrafiadas con las siglas de la empresa: YKK.
