¿Cuál ha sido el peor gobierno? ¿Cómo podemos medirlo? Hay múltiples formas, como la más obvia, el monto robado y malversado. Es relativamente fácil de medir, aunque estoy segura de que nunca se han podido cuantificar con exactitud, pues actos como el robo hormiga, que incluye lapiceros, combustible para cosas personales y una larga etcétera.
Una forma usual de medir el éxito o fracaso es por la inversión en infraestructura. Si bien quedamos “agradecidos” cuando hay inversión en esto, el enojo va de la mano, pues, sin lugar a dudas, hubo sobrecostes.
¿Se redujo la burocracia o creció? Lo segundo es la norma, pues hay que empezar por darle empleo a quienes apoyaron la campaña, especialmente si dieron dinero para financiarla. Así las cosas, los empleos públicos se multiplican cada año. ¡Esto también es robo!
Viendo hacia afuera, ¿el gobierno de turno posicionó a Guatemala como un país próspero, atractivo para inversiones y con capital humano suficiente y capacitado? Hace muchos años que no vemos esto en la magnitud necesaria para realmente atraer y generar inversiones y empleos.
El peor gobierno es el que menos contribuye a la reducción de la desnutrición para que los hombres y mujeres del futuro contribuyan significativamente al desarrollo de Guatemala en la magnitud que lo requiere.
Mucho de lo anterior se ha vuelto imposible derivado de los sindicatos del Estado, aprobados, si no estoy equivocada, por Vinicio Cerezo. Quien haya sido sembró el abuso y el aprovechamiento de los recursos. También logró la inamovilidad de estos derivados de los pactos sindicales. Así las cosas, no podemos esperar servicios de calidad, pagados con nuestro dinero a través de los impuestos. ¿Cuándo veremos en la cárcel a tanto ladrón?
¿Y el actual gobierno? Parece que está siendo igual o peor que los anteriores. Quieren imponer esa ideología destructiva de izquierda. Viajan al exterior para ufanarse con sus compinches amigos de la misma ideología. Sin duda alguna, requieren de ideas, pues la capacidad de la actual administración es realmente limitada.
¿Resolvemos algo haciendo este análisis? Sí, siempre que transmitamos toda esta información a los electores, a esos votantes que se siguen creyendo los cuentos de hadas.
Tenemos en nuestra Guate poca memoria y malos candidatos. Algo tenemos que hacer para cambiarlo.
