En varias partes del mundo, las nuevas políticas y tendencias ideológicas están generando cambios que afectan directamente a las estructuras familiares y a los valores que sustentan el crecimiento y la protección de los niños y jóvenes. Colombia ha vivido estos cambios de cerca, con impactos visibles en sus comunidades, mientras las nuevas agendas sociales avanzan. Esta situación nos plantea una reflexión profunda sobre las repercusiones de estos movimientos en nuestras sociedades y la importancia de evaluar cómo respondemos ante los desafíos que podrían impactar de igual manera en nuestro entorno.