Los ciberdelitos afectan a las empresas de todos los tamaños y todas las industrias, en regiones como Centroamérica estas afectaciones pueden tener mayores impactos, dado que estas organizaciones representan más del 90% de la economía regional.
Sin pasar por alto que cumplir con las regulaciones de privacidad y seguridad puede ser costoso y complejo para las empresas, especialmente para aquellas que operan en múltiples jurisdicciones con diferentes requisitos legales.
Otro factor de vulnerabilidad es que las empresas están cada vez más interconectadas a través de proveedores, socios y plataformas en la nube, “lo que amplía las superficies de ataque y aumenta la complejidad de proteger la información y los sistemas”.
Sin olvidar que muchas empresas carecen de planes de respuesta adecuados y de backups seguros para restaurar datos críticos y responder rápidamente a un ciberataque y recuperarse de él.
“Las Pymes enfrentan así, una creciente amenaza de ciberataques que van desde la violación de datos hasta los ataques de ransomware”, señala Assolini, y destaca que tan solo en 2023, Kaspersky bloqueó 288 millones de intentos de ataque contra pequeñas y medianas empresas en América Latina, y de ellos, más de 91 millones fueron intentos de ataque de phishing.