Las protestas de ayer donde los trabajadores de salubridad pedían un bono y mejoras a su salario, han sido los bloqueos más rápidos en resolverse de la historia de Guatemala.
Ellos exigían que se cumpliera el artículo 140 de la Ley de Presupuesto General de Ingresos y Egresos para el Ejercicio Fiscal 2025, que permite al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) financiar aumentos salariales e incentivos, además de reclasificar personal.
Horas después por arte de magia, todos los puntos de bloqueos fueron liberados, luego de que se llevarán a cabo acuerdos entre las autoridades de salud.

Son Q45 millones mensuales que establece el expediente que remitió el Ministerio de Salud y como el monto que están promoviendo es que sea anual prácticamente se habla de Q543 millones en 2025.
Esta situación evidencia que el gobierno actual busca gobernar en medio de protestas. Resulta interesante la rapidez con la que se lograron acuerdos, sin confrontaciones, en un lapso de apenas tres horas. Parece que ya se tenían los números y cuentas de lo negociado. Esta eficiencia puede interpretarse como un intento del gobierno de transmitir la imagen de que puede solucionar los problemas de inmediato, como si contará con una “varita mágica”.