En tiempos de presupuestos apretados, tensiones globales y amenazas transnacionales en expansión, las decisiones legislativas sobre defensa en Washington no solo repercuten en el territorio estadounidense, sino en la estabilidad y seguridad de todo el continente. El caso de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos (USSOF) lo demuestra: aunque el Congreso aprobó un presupuesto de defensa de casi 893 mil millones de dólares para 2025, la realidad es que muchas de sus unidades estratégica, como las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos, están viendo su poder adquisitivo erosionado por la inflación y la sobrecarga operativa. Aquí es donde entra Guatemala, y más concretamente, su fuerza élite: los Kaibiles.
Desde hace más de medio siglo, los Kaibiles y las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos han construido una alianza operativa poco conocida, pero sumamente efectiva. Esta colaboración, que va más allá del entrenamiento militar, representa una forma inteligente y rentable de extender el alcance de la seguridad estadounidense sin multiplicar sus propios despliegues. En un contexto donde las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos han perdido alrededor del 14% de su capacidad real desde 2019, debido al estancamiento presupuestario, alianzas como la de Guatemala no solo son útiles, son estratégicamente necesarias.
![Kaibiles Ganan Competencia en Estados Unidos [2020]](https://i.ytimg.com/vi/BdhWS_-Qpd4/maxresdefault.jpg)
Los Kaibiles, son una unidad especializada en combate en selva, contrainsurgencia y operaciones de alta dificultad. Su entrenamiento extremo, disciplina férrea y cultura táctica los han posicionado como una de las fuerzas más respetadas de América Latina. El término “Kaibil” deriva de Kaibil Balam, simboliza fuerza e inteligencia combinadas. No es casualidad que hayan ganado varias veces la competencia internacional “Fuerzas Comando”, organizada por el Comando Sur de Estados Unidos.
La interoperabilidad entre Kaibiles y las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos no es simbólica, es operativa y medible. Entrenan juntos, comparten doctrina, operan en escenarios reales como parte de fuerzas de tarea contra el narcotráfico y, lo más importante de todo, generan resultados. Mientras Estados Unidos enfrenta presiones presupuestarias internas, contar con aliados tan preparados como los Kaibiles en el hemisferio permite amplificar capacidades sin incurrir en los costos políticos o logísticos de desplegar tropas propias.
Los Kaibiles no son solo un símbolo de la resiliencia guatemalteca, sino un multiplicador estratégico para la seguridad continental y, en esta coyuntura crítica mundial, eso vale mucho.
Sin embargo, en el Congreso de Estados Unidos. se encendió una alarma. Varios legisladores manifestaronsu preocupación por los recortes y la aparente contradicción entre el aumento nominal del presupuesto y la pérdida de poder real de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos. La solución no pasa únicamente por aumentar cifras, sino por redefinir prioridades y fortalecer alianzas.
Guatemala, por su ubicación geoestratégica y sus desafíos compartidos en materia de crimen organizado, es un socio natural. En julio de 2024, cuando la violencia en Chiapas desató desplazamientos masivos, fueron los Kaibiles los que formaron la primera línea para contener a organizaciones como el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación. Estos no son ejercicios teóricos, son respuestas concretas a amenazas que afectan tanto a Guatemala como a Estados Unidos.
En lugar de subestimar este tipo de cooperación, el Congreso estadounidense debería institucionalizarla, fortalecerla e incluso replicarla. En una era de competencia global, donde potencias como China y Rusia buscan influencia en América Latina, apoyarnos con capacidades reales se vuelve una necesidad geopolítica.
Si el Congreso de Estados Unidos, quiere mantener a las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos como una herramienta eficaz, debe mirar más allá del presupuesto y hacia las alianzas que permiten multiplicar el impacto de cada dólar invertido. Los Kaibiles no son solo un símbolo de la resiliencia guatemalteca, sino un multiplicador estratégico para la seguridad continental y, en esta coyuntura crítica mundial, eso vale mucho.
