La infraestructura vial del país se desmorona sin que el gobierno tome acciones efectivas. Desde junio del año pasado, el kilómetro 44 de la autopista Palin-Escuintla sigue colapsado, a pesar de contar con más de Q100 millones adjudicados, el Ministerio de Comunicaciones, no ha resuelto el problema.
El panorama no mejora. El 21 de febrero, en el kilómetro 63 de la autopista Escuintla-Puerto Quetzal, los taludes cedieron, restringiendo el paso y poniendo en peligro a los conductores. Ingenieros advirtieron que la carga y las lluvias agravarán la situación, porque no se implementaron soluciones preventivas como muros de contención antes de la excavación. En otras palabras, es solo cuestión de tiempo para que la vía colapse completamente.
Otro punto crítico es el kilómetro 43 de la ruta al Atlántico, donde el deterioro del carril derecho hacia el norte empeora día a día y la falta reparación del puente Nahualate, que solo se reparó superficialmente.
El problema no es la falta de recursos, el Ministerio de Comunicaciones adjudicó este año Q28 millones para la reparación de lo que representa solo el 2% del presupuesto de 2025.
El gobierno acaba de cumplir un año, pero la situación de la infraestructura es cada vez más crítica. La ineficiencia en la ejecución del presupuesto no solo afecta carreteras, sino también puertos y aeropuertos, al punto de poder perder certificaciones internacionales clave.
¿Será 2025 otro año de deterioro y altos costos para productores y transportistas