Un estudio, liderado por Raaj Mehta, instructor en medicina en la Facultad de Medicina de Harvard y médico en el Hospital General de Massachusetts, identificó una posible relación entre el consumo de cítricos y un menor riesgo de depresión.

Según esta investigación, publicada en Microbiome, las personas que consumen una naranja (o pomelo) al día podrían reducir su probabilidad de desarrollar esta condición en un 20%.

El mecanismo detrás de este hallazgo parece estar vinculado a la microbiota intestinal, el conjunto de microorganismos que habitan en los intestinos. En particular, a la bacteria Faecalibacterium prausnitzii (F. prausnitzii), que influye en la producción de neurotransmisores asociados con un mejor equilibrio emocional.

El análisis de Mehta y su equipo se basó en datos del Nurses’ Health Study II (NHS2), una extensa cohorte que sigue a más de 100.000 mujeres desde 1989, y recopila información detallada sobre su estilo de vida, dieta y salud cada dos años. Al examinar esta base de datos, los investigadores encontraron una correlación clara entre la ingesta frecuente de cítricos y una menor incidencia de depresión.