Centroamérica recibe una de las radiaciones solares más altas del mundo, lo que la convierte en una región idónea para la implementación de sistemas de energía solar, sobre todo de una manera descentralizada. Países como Costa Rica, Guatemala y El Salvador han capitalizado este recurso natural, adoptando tecnologías solares para satisfacer sus necesidades energéticas.
La adopción de la energía solar presenta múltiples beneficios económicos. En primer lugar, la disminución de costos en la instalación de paneles solares ha hecho que la energía solar sea una opción viable para hogares y empresas. Además, la producción local de energía ayuda a mantener los recursos dentro de la comunidad, generando empleos en la instalación y mantenimiento de sistemas solares.
Sin embargo, uno de los principales retos en la implementación de energía solar es la intermitencia de la producción energética debido a la variabilidad del sol. Aquí es donde entran en juego las baterías de almacenamiento. Las tecnologías de baterías permiten almacenar la energía generada durante el día para su uso en la noche o en días nublados.
Si bien el futuro de la energía solar y el almacenamiento en baterías en Centroamérica es prometedor, también existen desafíos que deben abordarse. La falta de políticas públicas claras y marcos regulatorios adecuados puede obstaculizar el crecimiento del sector.