“Estoy en shock. Llevo mucho tiempo haciendo esto, más de 45 años, y esta es la primera vez que gano algo como actriz”.
Con esa frase recibió Demi Moore este domingo el galardón de mejor intérprete femenina de una película musical o de comedia en la 82.ª edición de los Globos de Oro.
Se alzó con él por haberse puesto en la piel de Elizabeth Sparkle, una estrella televisiva en declive, en The Substance, una brutal sátira sobre el culto a la juventud y la belleza con tintes gore.
Es una película sobre “la violencia que nosotras -las mujeres- nos infringimos a nosotras mismas”, la describió la actriz de 61 años, en uno de los discursos más potentes de la noche.
“Hace 30 años un productor me dijo que era una actriz de palomitas de maíz (crispetas, pochoclo o cotufas), lo que en aquel momento no me hacía merecedora de este premio”, arrancó diciendo Moore.