El Gobierno de Argentina anunció este miércoles que impulsa cambios en el régimen migratorio del país, los cuales se harán efectivos a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que aún no fue publicado en el Boletín Oficial.
El vocero de la presidencia, Manuel Adorni, aseguró que entre las principales modificaciones se destaca que ningún extranjero condenado podrá ingresar a Argentina y que deportarán a aquellos que ya están en el país y que hayan cometido un delito.
Adorni aclaró que todo aquel que sea condenado “será deportado sea por el delito que sea”. A través de un comunicado difundido por la Oficina del Presidente se informó que esta medida aplica para “ilícitos con penas menores a cinco años de condena” que hasta ahora no eran motivo de deportación o rechazo para entrar al país.
Los inmigrantes que buscan la residencia permanente deben demostrar ingresos o “medios suficientes” y no tener antecedentes penales en sus países de origen.
Además, otro cambio importante es que el nuevo decreto también cobra a los extranjeros por acceder a la atención médica y la educación públicas de Argentina, a la vez que exige que todos los viajeros al país tengan seguro médico.