Hoy, la noticia es monumental, cómo analizado y publicado en el clavo, Donald Trump regresa a la Casa Blanca, elegido como el 47º presidente de Estados Unidos. Un regreso sorprendente, casi cinematográfico, de un líder que ha sobrevivido no solo a escándalos legales, sino a dos intentos de asesinato. Pero, ¿qué significa esto para nuestra región, y especialmente para Guatemala?
La victoria de Trump ha generado un verdadero terremoto en los mercados globales. Mientras los votos eran contados y Trump consolidaba su liderazgo en estados clave, los futuros de Wall Street explotaron. El Dow Jones subió más de 1.100 puntos, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq también mostraron alzas significativas. Pero el impacto no es solo económico; la política estadounidense ha tomado un giro radical con los republicanos asegurando el control del Senado. Esto da a Trump un margen de maniobra considerable para implementar su agenda: recortes fiscales, reformas migratorias y la confirmación de jueces que podrían remodelar el sistema judicial por décadas.
Trump ganó terreno entre los votantes latinos, lo que plantea preguntas importantes sobre el futuro de las comunidades latinas en EE.UU.
Guatemala se encuentra en una encrucijada urge un lobby en Washington para exponer la alarmante situación actual: corrupción, debilidad institucional, ataques a la libertad de prensa y una violencia galopante alimentada por el narcotráfico y las pandillas. Solo así el país podrá evitar sanciones y asegurar un diálogo efectivo con la administración Trump.
El regreso de Trump no solo sacude a Estados Unidos, sino que redefine las reglas del juego para toda América Latina. ¿Está Guatemala preparada para enfrentarlo? ¡Hasta la próxima!