Una economía dirigida se caracteriza por la propiedad colectiva del capital: la propiedad es propiedad del Estado, los niveles de producción son determinados por el Estado a través de mecanismos de planificación avanzada en lugar de oferta y demanda, y los precios están regulados y controlados.
Gobierno Capitalista
En una economía capitalista, el gobierno interviene poco o nada en la economía, y los precios y las decisiones de producción están determinados por la oferta y la demanda.
El capitalismo se basa en la propiedad privada de los medios de producción y en la libre competencia. En este sistema, los agentes privados, como empresas y familias, deciden qué y cómo se produce y se consume.
El caso de China ilustra cómo un país que originalmente era comunista ha incorporado elementos capitalistas para generar un crecimiento económico significativo, creando un sistema mixto que combina características de ambos enfoques.