Los organizadores querían comprobar que el balón oficial estaba a punto, perfecto para la gran final de la UEFA Europa League del 21 de mayo en Bilbao.
Hasta la misteriosa desaparición, se había revisado que el balón oficial rebotaba de manera casi perfecta, volaba estable cuando se le exigía y se mantenía en el punto óptimo de inflado.
Sorprendió la fuerza del balón tras recibir el pelotazo. Todas las cabezas, hipnotizadas por su ímpetu, siguieron al unísono su trayectoria. El balón se elevó y se elevó hasta esfumarse entre el nubloso cielo. Los presentes han insistido en que esperaron su caída durante un rato. Se hizo un silencio espeso. “El balón oficial se había esfumado”.
Lo cierto es que el balón desaparecido no era cualquier balón. Se trataba de la joya de la corona de Decathlon: el balón de Kipsta creado y especialmente diseñado por DECATHLON para la final de la UEFA Conference League. Una pieza única para el partido del 21 de mayo.
Se había sometido a pruebas de calidad en las diferentes etapas de su fabricación para el mejor de los rendimientos al más alto nivel de competición. Los expertos recordaron que la Certificación Kipsta se obtiene tras un riguroso análisis de ingenieros de pruebas de campo.
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