La actividad física es un pilar fundamental para mantener una buena salud general, y en particular, para proteger y fortalecer el corazón.
De acuerdo con la American Heart Association (AHA), los adultos deben realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada o vigorosa a la semana. Esto equivale a unos 30 minutos al día, cinco veces por semana. Alternativamente, se recomienda un mínimo de 75 minutos semanales de actividad intensa, como correr o trotar.
Un estudio reciente destacó que incorporar tan solo cinco minutos diarios de ejercicio vigoroso puede reducir la presión arterial y mejorar la salud cardiovascular.
El ejercicio aeróbico, como caminar a paso rápido, correr, nadar o andar en bicicleta, es altamente recomendado por su impacto positivo en la salud del corazón. Entre los principales beneficios se destacan: