Desde la semana pasada se viene viendo un caso de un terreno ubicado en la 14 av. y 20 calle de la zona 10, donde ambientalistas están promoviendo este terreno que es propiedad privada y que su valor de mercado es de varios millones de dólares.
El dueño de este terreno está en una situación económica precaria, en un video el expresa su deseo de que no se toque y se quede como está, cosa que nos parece muy acertada.
Al Parecer un pariente tiene el poder y desea vender la propiedad para construir un edificio.
De acuerdo con información solicitada al departamento que corresponde en la Municipalidad, no existe ninguna solicitud de licencia de construcción de ese terreno.
Más valdría que todos los esfuerzos que están realizando los ecologistas, pagando abogados para resolver de una vez por todas el proceso legal familiar existente para que el terreno regrese a su propietario original.
Proponerle un proyecto a la Municipalidad y lograr una gestión municipal para que la Municipalidad, posiblemente arrende el terreno y ponga al día la situación de impuestos que posee el terreno actualmente.
De esta forma el Sr. José Roberto de las Rosas Sánchez pueda lograr una pensión vitalicia para que pueda vivir con dignidad.
Mientras no se resuelva este litigio familiar ni la Municipalidad u otra entidad va poder resolver esta situación.
Así como dice el artículo 1 y 3 de la constitución de la república de Guatemala se debe garantizar el derecho a la vida y la protección de la persona. Y que la vida es un derecho supremo por encima de cualquier terreno.