El cannabis afecta los cerebros en desarrollo de los adolescentes. Un nuevo estudio asegura que la relación entre el consumo de marihuana y los trastornos psicóticos es mayor de lo que se pensaba.
La psicosis no es un estado de éxtasis, sino una enfermedad psicológica. Los afectados tienen alucinaciones y trastornos del pensamiento, pierden el contacto con la realidad y dejan de ser ellos mismos.
Varios estudios demuestran que el cannabis puede dañar el cerebro en desarrollo de un adolescente. Sin embargo, un reciente estudio de Canadá, publicado en la revista especializada Psychological Medicine, sostiene que la relación entre el consumo de marihuana y los trastornos psicóticos es mucho mayor de lo que se creía
Los adolescentes no solo pueden sufrir alucinaciones visuales y acústicas, señala Rainer Thomasius, director del Centro Alemán de Adicciones en Niños y Adolescentes (DZSKJ, por sus siglas en alemán). El cannabis también limita la capacidad de concentración y aprendizaje y embota la sensibilidad. Además, muchas veces, los consumidores se sienten sobreestimulados por su entorno.
Si bien la abstinencia de la droga puede curar un trastorno psicótico en pocas semanas, existe un mayor riesgo de por vida de caer en una psicosis, en caso de que se vuelva a consumir. El psicoterapeuta Thomasius indica que, en el peor de los casos, la psicosis puede convertirse en esquizofrenia. Si eso ocurre, los afectados se sienten amenazados incluso por los parientes más cercanos, y en situaciones extremas se pueden producir ataques mortales.