La presión arterial se puede manejar mediante cambios del estilo de vida como la reducción del estrés, mantenerse activo, no fumar y seguir una dieta saludable.
La Asociación Estadounidense del Corazón (American Heart Association) recomienda una dieta basada principalmente en alimentos de origen vegetal, lácteos bajos en grasa, aves y pescados sin piel y aceites vegetales no tropicales. También sugieren limitar las grasas saturadas y trans, el alcohol, el sodio, las carnes grasas y los azúcares añadidos.
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión afecta al 42% de la población adulta, y a la larga tiene consecuencias significativas.
Remolachas:
Son ricas en nitratos que se convierten en óxido nítrico en el cuerpo. Este químico relaja y ensancha los vasos sanguíneos, y promueve el flujo sanguíneo.
Papas:
El potasio que contiene ayuda al cuerpo a excretar sodio y reducir la tensión en las paredes de los vasos sanguíneos.
Alimentos de soja:
Los alimentos de soja como el tofu y el edamame contienen isoflavonas que dilatan los vasos sanguíneos y mejoran la secreción de óxido nítrico. Además, proveen fibra, potasio y grasas poliinsaturadas que apoyan la salud vascular.
Ajo:
El ajo contiene compuestos como alicina, alliin y S-alil-cisteína (SAC), que ayudan a ensanchar los vasos sanguíneos y mejorar el flujo sanguíneo.
Semillas de calabaza:
Son ricas en magnesio y potasio, ambos esenciales para la salud cardiovascular. Una onza de semillas de calabaza sin cáscara tiene 156 mg de magnesio y 223 mg de potasio.
Bayas:
Aunque contienen azúcar, las bayas, en particular, son beneficiosas dado su alto contenido en antocianinas que ayudan a prevenir enfermedades cardíacas.
Naranjas:
Son ricas en antioxidantes como la hesperidina, que mejora la salud cardiovascular al aumentar la bio-disponibilidad del óxido nítrico y reducir la inflamación.