Luego de semanas donde las protestas anti-Israel se apoderaron de las universidades estadounidenses, grupos que promueven ese mismo propósito, supuestamente a favor de Palestina, dirigieron sus ataques al mundo de las artes, creando mecanismos de persecución contra escritores, cantantes o actores. Así lo demuestra una lista que circula desde hace algunos días, clasificando a autores dependiendo de su grado de simpatía con el Estado judío.
Son casi 200 nombres contenidos en este archivo que cita New York Post, donde figura la escritora J. K. Rowling, creadora de la saga de Harry Potter. Con sumo detalle, en varias columnas indican que “ha sido pro-Israel por un tiempo” y también la llaman “Terf” (siglas de Trans Exclusionary Radical Feminist, o feminista radical transexclusiva, en español), lo cual reafirma el perfil progresista de este tipo de iniciativas. Además, piden boicotearla: “Comprar cualquier libro de J. K. Rowling, incluidos los escritos bajo su seudónimo Robert Galbraith, le da su dinero a un sionista”, se lee en una publicación aparte de X
El portal estadounidense hace una referencia histórica de la que vale la pena hacerse eco: décadas atrás los homosexuales quedaban registrados en listas de regímenes totalitarios para perseguirlos y encarcelarlos. Por ejemplo, a partir de la Segunda Guerra Mundial, surgió el término “lista rosa” por los listados que armaba el régimen nazi, en referencia al triángulo que estampaban en uniformes dentro de campos de concentración
Boicot a Keanu Reeves y Justin Bieber
Resulta irónico que grupos antisemitas utilicen un tipo de persecución similar al que se empleó en el pasado contra homosexuales. Además, es un nuevo nivel de lo que viene pasando con grande marcas, boicoteadas en Medio Oriente y parte de Asia como McDonald’s o Starbucks.
Aún así. no es posible conocer los nombres y apellidos de quienes crearon el documento que ahora circula por internet o de quienes manejan las cuentas en redes sociales. Ni siquiera actores como Keanu Reeves o Lady Gaga (con su marcado perfil progresista) se salvan de estar mencionados en la cuenta anónima dedicada a boicotearlos. En el caso del actor, queda marcado como “sionista” por “asistir a una fiesta en Malibú en 2014 a la que también asistió el primer ministro Benjamin Netanyahu” y por no protestar cuando “el gobierno israelí utilizó una foto de la película The Matrix en una publicación X el año pasado”.
Rihanna, Jennifer Lopez, Madonna, Justin Bieber, Pharrell, y hasta Elton John, están en la lista negra de la cuenta Zionists in Music. Sin dejar de mencionar una convocatoria el próximo 18 de mayo en Nueva York por el apoyo de grandes empresas de la industria hacia Israel.
Exportando el modus operandi de Hamás
La contradicción dentro de este tipo de mecanismos de persecución en grupos anti-Israel no termina ahí. Es que casualmente, parecen recurrir a la misma técnica que el grupo terrorista Hamás aplicaría contra palestinos según documentos a los que accedió The New York Times.
Allí el medio detalla que una unidad, conocida como Servicio de Seguridad General, dependía de una red de informantes de Gaza, que investiga a personas cuyos nombres terminaron en archivos “por asistir a protestas o criticar públicamente” a los extremistas. Además, los agentes de esa división llegaron a eliminar “críticas de las redes sociales” mientras discutían “formas de difamar a los adversarios políticos”.
Parece que el modelo se exportó para contrarrestar cualquier tipo de manifestación que haga peligrar los intereses del grupo terrorista.
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