Richard Slayman, la primera persona trasplantada con un riñón de cerdo modificado genéticamente, ha muerto a los 62 años, dos meses después de someterse al xenotrasplante. La familia del paciente, así como el Hospital General de Massachusetts, donde fue intervenido, comunicaron el fallecimiento el pasado sábado, aunque el centro médico ha manifestado que no se tiene indicios de que la muerte se haya producido a consecuencia del trasplante de riñón.
La operación tuvo lugar el 16 de marzo y duró cuatro horas, en lo que se consideró “un hito de primera clase” en la búsqueda de órganos disponibles con rapidez para los pacientes.
El riñón del cerdo fue “editado con 69 genomas” mediante el uso de tecnología CRISPR-Cas9, consistente en eliminar genes porcinos eventualmente dañinos y añadir posteriormente genes humanos para hacerlo compatible con un cuerpo humano; además, los científicos desactivaron retrovirus endógenos del cerdo para minimizar posibles infecciones.