Es el primer sistema viable en el mundo para tomar CO2 del ambiente y atraparlo debajo de la tierra.
El proyecto lo desarrolló la compañía suiza Climework con la idea de que “para poder realmente alcanzar el objetivo de cero emisiones netas globales, necesitamos soluciones para la retirada de dióxido de carbono del aire” y es el primero de su tipo en funcionamiento en la actualidad.
Lo que parecieran ser aires acondicionados son realmente un gran número de ventiladores organizados unos encima de otros, que toman el aire del ambiente y capturan el CO2 que contiene a través de filtros.
El gas que los ventiladores modulares colectan del ambiente se mezcla con agua y se envía a través de tubos a una suerte de domo que sobresale de la superficie y que opera otra compañía, CarbFix. Aquí se inyecta bajo presión a 2km bajo tierra donde reacciona con los basaltos y calcifica el CO2 por millones de años.
¿Por qué Islandia?
Además de proveer energía geotérmica limpia, sin emisiones de gases de efecto invernadero, la actividad volcánica hace que los subsuelos de Islandia estén compuestos mayoritariamente de basaltos, rocas volcánicas porosas que son el recipiente perfecto para el CO2 de la atmósfera. Esa intensa actividad volcánica es la gran razón para que Climeworks monte sus plantas en esta isla.