Aunque un tratado internacional vigente establece que son un bien común, Putin y Xi Jinping tienen otros objetivos.
El proyecto impulsa su carrera espacial contra Occidente y los proyectos de la NASA sobre la exploración del satélite natural de la Tierra.
La ambiciosa carrera para establecer una presencia humana en la Luna ha tomado un nuevo impulso con la revelación por parte de Rusia de que ha iniciado la construcción de una planta de energía nuclear.
Este desarrollo forma parte de una colaboración sin precedentes entre Rusia y China, dos regímenes que unen fuerzas para crear la Estación Internacional de Investigación Lunar, un complejo científico previsto para comenzarse a edificar en 2026.
Según ha declarado Yuri Borisov, director de Roscosmos, la agencia espacial rusa, al medio RIA, se espera que la instalación de esta infraestructura nuclear crítica se realice entre 2033 y 2035.