La salud mental tiene un impacto directo en nuestra forma de pensar, de sentir y de actuar. Determina cómo respondemos ante el estrés, cómo nos relacionamos con otras personas y cómo tomamos decisiones. Es por esto tan importante cuidar de ella como cuidamos de nuestro cuerpo físico.
Estar físicamente activo: El ejercicio puede reducir la sensación de estrés depresión, y mejorar el estado de ánimo. Dormir lo suficiente: El sueño afecta el estado de ánimo. Si no duerme bien, puede sentirse irritado y enojarse fácilmente.
Descansar ayuda a controlar el estrés, disminuir riesgos de contraer enfermedades y aumentar el nivel de energía. Hasta algunas acciones pequeñas de autocuidado pueden generar un gran impacto en la vida diaria.