Concretamente, los investigadores señalaron que la ingesta de entre un 15 y un 30% de las calorías diarias en la primera comida del día reduce el riesgo de desarrollar obesidad, hipertensión, daños vasculares, diabetes, entre otras enfermedades.
un desayuno saludable es aquel que llena de energía para activar el metabolismo y comenzar un día de intensa actividad física y mental. Para conseguirlo, recomiendan elegir desayunos abundantes, preferiblemente que incluyan alimentos que nos proporcionen proteínas, carbohidratos de absorción lenta y grasas saludables.
Una taza de café (con leche o solo), dos tostadas con aceite de oliva y jamón serrano, un jugo de naranja y un yogur.
Una taza de té (con leche o solo), una ensalada de frutas y una porción de queso fresco con tostada.
Una taza de leche con cereales, un yogur y una compota de manzana.
Un huevo duro y fruta. Los huevos son una buena manera de obtener una dosis de proteína agradable para el estómago antes de hacer ejercicio. Agregar una guarnición de fruta será la llave para obtener energía de acción rápida si se tiene más hambre.
Un vaso de yogur. Es otra forma fácilmente digerible de darle al cuerpo carbohidratos y proteínas antes del entrenamiento.