La papa fue
utilizada por los antiguos incas, quienes las consumían habitualmente, antes de
la llegada de Cristóbal Colón a América. Y fue a partir de este hecho y hasta
la actualidad que la papa logró una distribución mundial y se la considera un
alimento básico en gran cantidad de países.
Las papas
frescas son virtualmente libres de grasa y colesterol, en tanto el contenido de
proteína en el tubérculo es bajo y ésta tiene un excelente valor biológico,
comparable a la del huevo.
Una papa de
tamaño mediano aporta el 26% del requerimiento diario de cobre, el 17 al 18%
potasio, fósforo, hierro; y entre el 5 al 13% zinc, magnesio, y manganeso, y
hasta el 50% vitaminaEl almidón
es uno de estos hidratos de carbono complejos y está presente en los
tubérculos, las legumbres y los cereales. Pero si se enfría estos alimentos
antes de consumirlos, sus beneficios se multiplican