Las definiciones relacionadas con el sexo, la mujer, el aborto, el matrimonio y la familia, son entre otros, conceptos que están siendo transformados por los ideólogos progresistas.
Estos buscan imponer mentiras modificando conceptos reales como los conocemos.
Esta transformación no se limita solo a lo ideológico, sino abarca modificaciones profundas en la sociedad, pero a través de la fuerza jurídica.
Además, es preocupante que muchos gobiernos estén aceptando la imposición del lenguaje inclusivo, sin discusión.
Las repercusiones son graves. Por ejemplo, al modificar el concepto de familia, se debilita la estructura tradicional basada en la unión entre un hombre y una mujer, afectando la educación de los hijos.
La redefinición del concepto de aborto genera confusión sobre el derecho a la vida.
También, la redefinición del matrimonio pone en peligro la institución misma. En todos estos aspectos, la imposición del lenguaje inclusivo afecta la comprensión de la realidad.
Es por ello que para la ideológía de género la educación es el medio ideal para llevar a cabo una transformación ideológica en las nuevas generaciones, revolucionando las aulas, al enseñar que el uso de “todas y todos” no es lo suficientemente inclusivo, necesitandose el neutro “todes”.
Si se busca promover la inclusividad, aunque los conceptos sean falsos, bastaría con incluirlos; pero la realidad es que esto no es inclusivo, sino destructivo, ya que se intenta destruir todo lo que se opone a la ideología de género.
El lenguaje inclusivo y las leyes relacionadas intentan eliminar el reconocimiento legal de la realidad biológica de hombres y mujeres, con el objetivo de crear una sociedad sin géneros.
Por lo tanto, esta subversión del lenguaje la consideran necesaria, según sus ideólogos, para la eliminación de la heterosexualidad.
Tienen la intención de utilizar al Estado para imponer el uso de su lenguaje de manera dictatorial. Esto implica buscar la aprobación de leyes absolutistas que castigan a aquellos que difieren de su pensamiento.
De tal cuenta que imponer cambios lingüísticos representa una forma de control y coerción, al limitar la evolución del lenguaje de manea natural.
En conclusión, existen conexiones conceptuales entre el lenguaje inclusivo, el marxismo, el neo-marxismo y sus variantes contemporáneas, que suelen enfocarse en el análisis de las relaciones de poder y la opresión en la sociedad.