La Pascua cristiana simboliza el día en el que se celebra la resurrección de Cristo y se celebra siempre en Domingo, de acuerdo con el pasaje de la Biblia en el que se relata la Última Cena, cuando Jesús reunió a sus discípulos por última vez justo antes de morir en la cruz.
Esta variación de las fechas se debe a que la Semana Santa, siempre se celebra en función de los ciclos lunares y la primavera en lugar de seguir nuestro calendario habitual que sigue el calendario solar.
Por tanto, el inicio de la Semana Santa se celebra en función del Domingo de Resurrección, que corresponde al siguiente domingo después de la primera luna llena de primavera y, por esta razón, cada año da comienzo en un momento diferente de nuestro calendario solar.