Francia se convirtió el lunes en el primer país del mundo en consagrar el derecho al aborto en su Constitución, culminando así un esfuerzo que comenzó como respuesta directa a la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular el caso Roe vs. Wade.
Por 780 votos a favor, 72 en contra y 50 abstenciones, una mayoría ampliamente superior a los tres quintos requeridos, los senadores y diputados reunidos en sesión extraordinaria han votado consagrar en la ley fundamental la “libertad garantizada” a la interrupción voluntaria del embarazo.
El primer ministro Gabriel Attal declaró antes de la votación que los legisladores tenían una “deuda moral” con las mujeres que, en el pasado, se vieron obligadas a soportar abortos ilegales.