Julian Assange libra durante dos días su última batalla ante los tribunales británicos para frenar su extradición a Estados Unidos, donde podría ser condenado a 175 años de cárcel por 17 delitos de espionaje, conspiración y fraude informático por su labor como fundador de WikiLeaks, con la difusión de información clasificada del Departamento de Estado y de las guerras de Irak y Afganistán.
El abogado de Assange, Edward Fitzgerald, ha recalcado la “motivación política” del caso y ha advertido de que el fundador de WikiLeaks se enfrenta a “una flagrante negación de la justicia” si es extraditado a Estados Unidos. “En realidad, mi cliente está siendo procesado por una habitual práctica periodística: la publicación de información clasificada veraz y de interés público”, recalcó Fitzgerald, con mención especial a los documentos e imágenes de las guerras de Irak y Afganistán.