Aguilar, ofreció una interpretación de “Luna de Xelajú” que resultó fascinante. Este set no solo mostró el exquisito vibrato de Moreno, sino que también rindió homenaje a la rica herencia de la música folclórica latinoamericana.
Vestida con un sedoso vestido morado, y Aguilar con traje marrón y corbata, el dúo — cada uno con una guitarra acústica de cuerdas de acero, la de Moreno una Gibson — dio vida al encanto de “Luna de Xelajú”. Su actuación, subrayada por el suave acompañamiento de un piano y una sinfonía que aportaba sutiles capas de fondo, dejó al público boquiabierto y, sobre todo, al anfitrión Justin Tranter. “Chicos, es una de las cosas más bonitas que jamás haya oído. Su voz es tan hermosa”, dijo tras su actuación.
Abrumada por la emoción, Moreno describió su victoria como surrealista. “Estoy teniendo una experiencia extracorporal”, dijo con una sonrisa gigantesca, sosteniendo su nuevo Grammy. “Muchas gracias, Academia de la Grabación. Quiero dar las gracias a mi familia, a mi madre y a mi hermana, que han volado desde Guatemala para estar aquí conmigo. Quiero agradecer a mi increíble equipo de Cosmica Artists, Gil Gastelum, Mariana Puente, Isaac, Nana, Reese, Grecia, demasiados, oh Dios mío”.