La frontera norte de México es una zona clave para los grupos del crimen organizado no sólo por el trasiego de narcóticos con destino a Estados Unidos sino también por el tráfico de migrantes el cual genera millonarias ganancias cada año al crimen organizado.
El New York Post publico que hay dos organizaciones delictivas que controlan aproximadamente la mitad de la frontera entre México y EEUU: el Cártel de Sinaloa y el Cártel del Golfo.
De acuerdo con el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador los “polleros” —como se les llama a las personas que se dedican a cruzar migrantes— cobran cerca de USD 10 mil por cada viaje
La Cadena Univisión informo que el cartel del Golfo, si el indocumentado no tiene los recursos tiene que pagar de otra forma como: prostitución, transportar material Ilícito como drogas.
En otras palabras, se convierten en MULAS o sea los hacen utilizar su cuerpo como medio de almacenaje de droga.
La otra opción es que le meten en sus pertenencias o en el cuerpo alrededor de 150 a 300 gramos de droga.
Los migrantes objetos de tráfico ilícito son vulnerables a la explotación y el abuso. Sus vidas y seguridad muchas veces corren peligro: se pueden asfixiar en el interior de los contenedores, perecer en el desierto o ahogarse en el mar o ríos mientras son conducidos por contrabandistas que lucran con un tráfico en el que los migrantes se convierten en mercancías.