El nuevo presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, realizará una “reforma” al sistema penitenciario del país, ya que considera que un amplio porcentaje del crimen organizado nace de las cárceles.
El mandatario, recién investido el pasado lunes de madrugada, explicó que se hará una “reforma” a la administración de los centros carcelarios. “Pensamos que, en las deficiencias del sistema penitenciario, y en los estragos que ha causado la corrupción en el sistema penitenciario, está el foco de gran parte de los problemas de la seguridad ciudadana del país”, aseveró el académico de 65 años.
Las cárceles guatemaltecas tienen poco más de 20 mil personas privadas de libertad bajo su cargo, casi un 400 por ciento más del aforo de sus instalaciones y de la posibilidad de manejo de su personal, de acuerdo a diversas fuentes.