Yevgeny Prigozhin, un hombre famoso por ser cercano al presidente Vladimir Putin -alguien en quien podía confiar- y líder de una de las milicias paramilitares más temidas del mundo: el Grupo Wagner. Ahora se encuentra en un enfrentamiento verbal, contra la alta milicia de Rusia, por no estar de acuerdo en el manejo de la guerra contra Ucrania, incluso lugares que él había recuperado, ahora se están perdiendo.
Lo que en un principio pareció un acierto, ya que estos mercenarios parecían funcionar mejor que las Fuerzas Armadas rusas y se adjudicaban importantes victorias, pronto devino en un obstáculo entre las tropas en el campo de batalla y la cúpula militar en Moscú.
Desde hace meses, Prigozhin ha estado apuntando contra el ministro de Defensa Sergei Shoigu y el máximo general de Rusia, Valery Gerasimov, por la falta de munición en el fuerte, la ineficacia de sus tropas y un sinfín de otras cuestiones.
Este viernes, Prigozhin lanzó una nueva ronda de declaraciones en contra de la cúpula militar rusa a lo que -según sostiene- la cartera de Shoigu respondió bombardeando con misiles una de sus bases en la retaguardia del frente en Ucrania en el que murió “un enorme número de nuestros combatientes, unos 2.000 según medios locales.
Frente a esta ofensiva, que el Ministerio negó haber ordenado, el líder de Wagner prometió responder y restituir la calma en el país -el acto más desafiante al que se enfrentó Putin desde febrero de 2022- y “llegar hasta el final”, incluso si ello implica “destruir todo” lo que encuentre a su paso.