En los primeros cinco meses de 2023, las víctimas de masacres se han incrementado 15 %, la cantidad de personas secuestradas se ha disparado 162 %, la trata de personas ha subido 52 %, el robo a personas se ha elevado 16 %, el robo a residencias 8 % y la extorsión ha registrado un repunte de 33 %.
En contraste, la erradicación manual de cultivos de coca se ha reducido 87 %, mientras la incautación de cocaína ha disminuido 18 % así como los decomisos de heroína han bajado 45 % Un dato más preocupante es el aumento de personas muertas en cautiverio equivalente a 400 %. Y es que de un fallecimiento en manos de los captores entre enero y mayo de 2022 el número se elevó a cinco en el mismo periodo de 2023