“Necesitamos alimentos no tabaco”, es el lema para este Día Mundial sin Tabaco, el cual se celebra el 31 de mayo de cada año desde 1987, con el objetivo de concienciar a las sociedades en el mundo acerca de los efectos nocivos que produce el cigarrillo en la salud de los habitantes.
El ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), se aúna a esa conmemoración cuyo propósito es sensibilizar a la población sobre las dificultades que podrían ocurrir en la salud, tanto en aquellos fumadores compulsivos como quienes respiran el humo de segunda mano.
En esa línea, el tabaco es la sustancia más adictiva que hay, incluso más que la cocaína o la heroína. Alrededor de ocho millones de personas en el mundo pierden la vida por los daños causados a la salud, Además, destruye el medio ambiente y mata a la mitad de los consumidores habituales.
En palabras del doctor Eduardo Palacios, del Programa Nacional para Prevención de Enfermedades Crónicas no Transmisibles y Cáncer del MSPAS, el cigarrillo contiene más de 250 sustancias que son dañinas, muchas de ellas son cancerígenas sumado a que la nicotina es adictiva y produce lesiones cardiovasculares.
Los primeros efectos negativos en la salud se observan en los ojos, pues el tabaco origina cataratas, mal aliento, manchas en los dientes. Así como cáncer de boca, lengua, faringe, laringe, de páncreas, riñón, útero y de vejiga. El 90 por ciento de los cánceres de pulmón son ocasionados por el tabaco, pero también es responsable del 30 por ciento de todos los carcinomas.
Entre las afecciones cardiovasculares están: la enfermedad coronaria, el infarto, el derrame cerebral, la insuficiencia cardíaca y el padecimiento renal crónico, pues genera hipertensión. Añade que cada vez que se fuma, la nicotina produce una vasoconstricción (se cierran las arterias), y genera una isquemia (falta de oxígeno en los tejidos), además causa aneurismas o sea la dilatación de las arterias principalmente de la aorta, que es una bolsa parecida a una vejiga que puede llegar a romperse y causar la muerte.
Asimismo, ocasiona trombosis de las arterias de los miembros inferiores lo cual podría originar gangrena y amputación, partos prematuros, abortos, bajo peso al nacer y el niño puede ser adicto a la nicotina, entre otros. El tabaquismo favorece infecciones como la tuberculosis y la diabetes mellitus.
Las personas que fuman humo de segunda mano enfrentan un riesgo similar a quienes tienen arraigada esa costumbre. En los adolescentes de 13 a 15 años, el 13 por ciento fuma, 15 por ciento varones y 11 por ciento mujeres. De los adultos el 14 por ciento fuma, 25 por ciento hombres y el 5 por ciento féminas, lo preocupante es que las jovencitas fuman el doble que las señoras.
Para dejar de fumar no es aconsejable sustituir el cigarro por el cigarrillo electrónico, pues también contiene nicotina lo que genera dependencia, debe buscarse ayuda sicológica y tratamientos con fármacos y, sobre todo, la voluntad y el conocimiento de las consecuencias que esa adicción trae.
Al abandonar ese hábito los resultados son casi inmediatos: su frecuencia cardíaca desciende rápidamente en sólo 20 minutos y el nivel de monóxido de carbono de su sangre baja a un nivel normal en doce horas. Además, su circulación sanguínea y función pulmonar aumentan en un periodo de entre dos y doce semanas, concluyó el experto en salud.