Aunque la región enfrenta importantes retos como baja productividad, vulnerabilidad climática, violencia y desigualdades sociales, también tiene un gran potencial de crecimiento y transformación. El programa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), América en el Centro, impulsa esa oportunidad, a través de la cooperación regional.
La productividad económica en Centroamérica sigue siendo baja. En parte, eso se debe a deficiencias en infraestructura, equivalentes a un arancel intrarregional de un 74%. Estas ineficiencias dificultan la competitividad y el crecimiento.
Los desafíos sociales, como altos índices de pobreza, deserción escolar y baja participación laboral femenina, limitan el desarrollo. América Latina y el Caribe pierde en promedio el 3.4% del PIB por el impacto del crimen, una carga que drena las economías y afecta vidas.
La colaboración regional es clave para integrar mercados, reducir costos, proteger recursos compartidos y garantizar que el crecimiento beneficie a todos.
Con la participación de 19 países y 11 organizaciones, incluidos varios de la región, esta iniciativa enfrenta al crimen organizado mediante la cooperación regional, protegiendo a las comunidades más vulnerables, fortaleciendo a las instituciones y reduciendo los flujos financieros ilícitos.